sábado, 28 de diciembre de 2019

¿Qué vivienda me puedo comprar con 100.000 dólares en Caracas?


Apartamento en venta ubicado en el municipio Sucre. Cortesía: Yelid Cornejo


En 1955 el escritor Miguel Otero Silva publicó una obra emblemática de la literatura latinoamericana titulada “Casas muertas”, relato de la destrucción de un pueblo enclavado en los llanos venezolanos. Medio siglo después y tras cinco años de una recesión que ha reducido a la mitad el tamaño de su economía, Venezuela contempla la ruina de su sector inmobiliario con una contracción de 89% desde 2013.

La prolongada crisis económica que sufre la República Bolivariana ha echado abajo los precios de las viviendas, especialmente en el mercado secundario. “En un período de 5 años y medio, los precios de los apartamentos en el Área Metropolitana de Caracas (AMC) han descendido en un 48%”, señala Rosalinda Bruzual, directora del Departamento de Estadísticas e Información de la Cámara  Inmobiliaria Metropolitana.

“Esto quiere decir que a principios de 2014 con 100.000 dólares se podía comprar un  apartamento de solo 67 metros cuadrados (m2) en promedio en todo el AMC. En cambio, ahora con un presupuesto de 100 mil dólares se puede adquirir, en términos promedios, un apartamento de 129 m2”, comenta Bruzual.

De acuerdo con los estudios de la Cámara Inmobiliaria Metropolitana, con 100 mil dólares se puede adquirir un apartamento de 70 m2 en Chacao, municipio calificado como “premium” en la capital venezolana, o dos apartamentos de 100 m2 en Libertador, el municipio más pobre y violento de la ciudad.

Bruzual explica que “la merma en los precios de la oferta inmobiliaria se debe básicamente a la falta de crédito para la adquisición de inmuebles, la destrucción del poder adquisitivo y de ahorro de los compradores, la sobre oferta de inmuebles y la emigración, así como el entorno económico nacional signado por la hiperinflación y la devaluación de la moneda”.

Del auge al remate

La agente inmobiliario Yelid Cornejo ofrece dos opciones de segunda mano -mercado secundario-, cada una por 100 mil dólares, en Baruta, municipio de clase media de Caracas. La primera es una casa ubicada en la urbanización Piedra Azul. Su descripción: 400 metros de construcción y 320 de terreno, cinco habitaciones, cuatro baños, sala y comedor amplios, caney tasca y tres puestos de estacionamiento. 

La otra oferta es un apartamento de 110 m2 en la urbanización Las Esmeraldas con tres habitaciones más una de servicio, dos baños más uno de servicio, dos puestos de estacionamiento techados, maletero, vigilancia 24 horas, sistema de cámaras, aire acondicionado, vista panorámica y -según la reseña- algo muy valioso en un país que padece el colapso de los servicios públicos: “no tiene problemas de agua”.

Apartamento ubicado en Las Esmeraldas, Baruta. Cortesía: Yelid Cornejo

Una tercera oferta por 115 mil dólares se halla en Sucre, municipio capitalino donde conviven urbanizaciones de clase media con Petare, uno de los barrios pobres más grandes de América Latina. Se trata de un apartamento de 106 m2 con tres habitaciones, dos baños, dos estacionamientos, aire acondicionado, vigilancia privada y lavandero con tanque de agua. 

“Nuestro mercado está muy volátil porque depende de muchos factores. Por ejemplo, en enero ocurrió el llamado ‘efecto Guaidó’, que por las esperanzas de cambio provocó un pequeño aumento después de haber tenido un 2018 hacia la baja. Sin embargo, ese efecto fue breve y a partir de julio comenzaron a bajar los precios inclusive a niveles de remate”, advierte Cornejo.

El “efecto Guaidó” se refiere a Juan Guaidó, jefe del Parlamento que en enero se juramentó presidente interino de la República y recibió el reconocimiento de más de 50 países, incluidos Estados Unidos, las potencias europeas y la mayoría de los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). La irrupción de Guaidó parecía abrir el camino hacia una posible transición, pero el régimen de Nicolás Maduro ha resistido la embestida y diez meses después las expectativas sobre un cambio rápido ya se han esfumado.

La Organización de Naciones Unidas indica que desde 2015 han abandonado el país unos 4,5 millones de venezolanos, a consecuencia de la emergencia humanitaria compleja. El éxodo también ha impactado el mercado inmobiliario. “La oferta de inmuebles aumenta, los pocos compradores con dinero en mano marcan el precio y los propietarios aceptan propuestas muchas veces de remate.  Es decir, es como si el mercado lo marcaran los compradores”, acota Cornejo.

Acnur ha alertado sobre el impacto del éxodo de los venzolanos en la región

La asesora inmobiliaria resalta que “el mercado primario -nuevas construcciones- está llenándose de edificios de oficinas, son muy pocas las opciones de viviendas y las que se construyen están básicamente en urbanizaciones de alto target, muy por encima de los 100 mil dólares”.

Una excepción a la norma se encuentra en El Rosal, Chacao. Un apartamento nuevo de 86 m2 con dos habitaciones, dos baños, dos puestos de estacionamiento, un maletero, cerco eléctrico, vigilancia 24 horas, pozo de agua y salón de fiesta se vende en 110 mil dólares. Para terminar de convencer al interesado, agregan que este apartamento tiene “vista al Ávila”, la imponente montaña que adorna a la atribulada capital venezolana.

Una quimera

El Banco Central de Venezuela, que ha pasado años sin publicar cifras y que es acusado de alterar las estadísticas oficiales por órdenes de Maduro, reportó en octubre que durante el primer trimestre de 2019 la construcción se desplomó 74,1% con respecto al mismo periodo de 2018. 

“Actualmente el mercado no existe básicamente porque no se construye”, sostiene Aquiles Martini Pietri, presidente de la Comisión de Infraestructura, Vivienda y Hábitat de la patronal Fedecámaras. El representante gremial apunta que las expropiaciones y nacionalizaciones ejecutadas en estos 20 años de régimen chavista han paralizado la producción de insumos para la construcción como acero, vigas y cemento. 

Martini Pietri subraya que “en Venezuela no existe el crédito para viviendas por la hiperinflación”, que entre enero y septiembre de 2019 alcanzó 4.580%, según el Banco Central. Además, el sueldo mínimo fijado por el régimen chavista equivale a unos 5 dólares mensuales y 9 de cada 10 venezolanos no cuentan con los ingresos suficientes para comprar los alimentos que necesitan, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) dirigida por las universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar.

El propio Maduro dijo el 12 de octubre a todos los venezolanos en una cadena de radio y televisión: “Ninguno de ustedes puede salir al mercado capitalista a comprar un apartamento o una casa”. En contraste, afirmó que desde 2011 como parte de la Misión Vivienda el régimen chavista ha construido unas 2,8 millones de vivienda, cifra que es rebatida por expertos del área y la Cámara Inmobiliaria, y que jamás ha sido objeto de una auditoría independiente.

El régimen chavista dice haber construido 3 millones de viviendas

Corrupción y negocio

“Aquí no hay ahorros ni recursos que permitan dar financiamiento a largo plazo, lo máximo que otorgan los bancos son créditos comerciales y no superan los 36 meses. Pudiera ser que algún ‘enchufado’ consiga con la banca del gobierno hasta 5 años, pero no hay dinero que permita dar financiamiento a largo plazo”, enfatiza Gustavo Izaguirre, decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

“Enchufado” es el término peyorativo para identificar a las personas que obtienen prebendas gracias a sus conexiones con el régimen chavista. No pocos de ellos hoy residen en las zonas más exclusivas de Caracas. “La nación está hundida en la corrupción generalizada”, responde Martini Pietri cuando se le pregunta por los nuevos vecinos, funcionarios civiles, militares y policiales, capaces de desembolsar miles de dólares para adquirir una vivienda en las urbanizaciones ricas de la capital bolivariana.

En las últimas semanas se corrió el rumor de que el oficialismo llevaría a cabo el plan “Ubica tu casa”, supuestamente para registrar las viviendas abandonadas y tomarlas por la fuerza. Esto fue totalmente negado por el Ejecutivo. Pero sí es cierto que autorizaron la aplicación de un censo nacional de población y vivienda, que ha sido cuestionado por los expertos debido a que será realizado dos años antes de lo previsto y por militantes del chavismo.

La construcción se hunde por la debacle económica. Cortesía: Yelid Cornejo.

“El mercado del alquiler de viviendas fue eliminado en la práctica en 2011 a través de una ley que violenta los derechos de propiedad, donde se establece que el arrendador no puede recuperar su vivienda si el inquilino no decide salirse o si el gobierno no le consigue otra”, recuerda Martini Pietri. Pasando por encima de las críticas y el impacto negativo sobre el mercado, el chavismo aprobó esa norma bajo la consigna de que la “vivienda no es una mercancía”.

A pesar de este cuadro negativo, el sector inmobiliario de Caracas podría ser un buen negocio para aquel inversionista arriesgado que quiere sacarle el mayor provecho a su dinero. “La contracción obedece a la situación política y legal que enfrentamos, pero en otro contexto un inmueble de 30 mil dólares se pudiera revalorizar en menos de un año hasta alcanzar los 90 o 110 mil dólares, precio razonable para un apartamento de lujo en Caracas”, finaliza Izaguirre.

Nota publicada el 11 de diciembre de 2019 en Yahoo Finanzas.